CONSTRUYENDO REPUTACIÓN



Mi vida, o como podríamos llamarla ahora, mi-nuestras vida. Exponemos nuestras cosas más íntimas ante la red, ese mundo interminable que no sabemos bien hasta donde puede llegar.




Lanzo una pregunta a modo reflexión: si alguien nos dijese de poner en una pared de nuestra ciudad fotos nuestras, de nuestros familiares y conocidos, y que pusiésemos qué música escuchamos, cómo nos encontramos, qué sentimos… ¿Quién lo haría? estoy segura de que no lo haría casi nadie, porque no nos gusta mostrar nuestras cosas más íntimas ante los demás, entonces, por qué lo hacemos en la red. Es lo mismo, pero sin saber quien nos lee o nos “observa”.

Después de reflexionar sobre esto, me he dado cuenta de que me gustaría aparecer de otra forma en la red. Mi nombre tan solo sale para decir que tengo una red social, que me han concedido una beca, que me han denegado otra, te manda a enlaces de otros blog (con los cuales ya no me siento identificada). Me gustaría aparecer en páginas  de fotografía, de publicidad, de grabado…. En páginas con las que se pueda contactar conmigo de forma profesional, donde mis intereses puedan verse sin tener que decirlos yo.
De esta forma podría encontrarme un posible cliente interesado en mi perfil profesional, sin necesidad de tener que buscar en mi red social y ahorrándome que vea cosas personales e íntimas.

Debería hacer una página o blog con el cual me sintiese 100% identificada, donde colgase mis trabajos ya realizados para que pudiesen verse (para crearme una reputación online), hablar de mi profesión y crearme un perfil profesional. Aun no tengo creado un perfil  profesional a causa de que aun no lo tengo muy definido. Posiblemente me gustase dedicarme a las Relaciones Púbicas o a los medios.


SITUACIÓN ACTUAL



Para poder hablar de los cambios que hay en el mundo laboral, creo que antes habría que darse cuenta de que hay cambios en todos los sectores. Como ya dije en mi otra entrada, el mundo es algo líquido, algo cambiante continuamente, y no podemos fijarnos solo en que hay un cambio en un sector.
Es cierto que estamos en un período complicado para el trabajo, pero es en estos momentos cuando la gente desarrolla y explota al máximo su potencial.
Las cifras de paro son escalofriantes, el paro   ronda el 24% (datos obtenidos por el INE), el  70% de los desempleados son jóvenes entre 20 y 25 años, el 66% de las empresas han visto recortado su presupuesto con respecto a 2011. "Esto ha provocado que se hayan congelado las contrataciones y han tenido que recurrir incluso a despidos, esto no es ninguna novedad".
En uno de los artículos leídos, he leído algo que me ha dado que pensar, y gracias a ello he sacado la reflexión de que todo está en constante cambio.  Javier Elzo, catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto dice: "Lo que es una trampa es comparar a los jóvenes de ahora con los de antes, lo que hay que comparar es una sociedad con la otra. Los valores que cambian son los de toda la sociedad”.
Quizás por ello, un profesional de la RR.PP deba poseer unas cualidades las cuales antes, no eran necesarias.
Bajo mi parecer, un buen comunicador debe empatizar. Esa característica quizá sea la más importante. Una persona debe conectar con su público, debe ser entendido, y debe despertar interés en las personas hacia las que se dirige.

Fundamental, ser un buen comunicador, debe ser claro, no dar rodeos, tiene que dar un mensaje, debe llegar a su público, y debe ser entendido. Un comunicador no debe dar vueltas a un mensaje, porque lo único que puede conseguir es liar y hacer que la gente pierda interés.

Debe ser proactivo, no hay que tener miedo a lo nuevo. Como bien dice Bauman “Cuanto más nos preocupamos de lo desconocido, más tiempo pasamos sin conocerlo”.

Si al final de este camino en el que estoy inmersa, como es el de la publicidad y las relaciones públicas, finalmente me dedicase a éstas últimas, creo que se me daría bien empatizar. Me gusta conectar con las personas con las que trato, y hacerlas sentir bien, que sientan que  estoy escuchando e interiorizando la información que están compartiendo conmigo.  Sé que es una característica complicada, ya que no con todo el mundo puede haber ese vínculo especial, pero considero que un buen relaciones públicas debe crearlo.

Leyendo los artículos, en especial el de “El ‘profesional orquesta’ marca el ritmo”, me doy cuenta de que las empresas ya no solicitan a personas con títulos, “cualquiera que aspire a sobrevivir y tener éxito en su carrera no puede conformarse con la especialización en una determinada área”. Ya no es suficiente contar con una carrera.
Según Puri Paniagua, socia de Neumann International, “lo importante es contar con unos conocimientos en profundidad de una determinada materia e ir desarrollando aptitudes relacionadas con esa profesión”.
Es necesario tener intereses. Podemos estar agradecidos de la cantidad de cursos que se ofertan, debemos aprovecharlos. Cuando salgamos al mercado laboral, seremos licenciados en PPyRR, pero hay cientos de éstos, debemos saber que las empresas no quieren ver solo eso en un currículo.
El informe del observatorio de mercado  laboral (IAB_2011) nos ofrece el dato de que  el 84% de los consultados dedica más de una hora a la semana  a la  autoformación.

Creo que lo más importante no es lo que piden las empresas. Son requisitos necesarios, pero hay que pararse a pensar y ver más allá. Ninguna empresa solicita gente trabajadora (especializada, claro está), pero sí que solicita gente con idioma. No se solicita gente con intereses, pero sí gente con experiencia laboral (un tema en el que no me meto, porque considero que es el pez que se muerde la cola, si no me das trabajo, no tendré experiencia). No se solicita gente que empatice, pero sí gente con títulos. Nunca se pregunta si sabes trabajar en grupo, lo cual considero importantísimo.

Por lo que, para acabar a modo de resumen, las empresas piden cosas que son necesarias para poder estar en su equipo, pero deberían valorar otras cosas para tener un “pack” completo. No dejemos que gente tan cualificada como hay en España acabe yéndose a otros países.

¿TRABAJO? HAY



El mercado de la comunicación, tan inmenso como un océano, y simple como un niño.
Estamos ante un mercado que nos deja escoger, dándonos la gran oportunidad de ser creativos a la hora  expresar nuestras opiniones, pero con la consecuencia  negativa de que de que estamos expuestos a que todo el mundo opine y no seamos capaces de controlarlo.
Los publicistas optan por Internet, dejando de lado los demás medio, dando como resultado un 15% menos de inversión publicitaria respecto al trimestre anterior (datos ofrecidos por Infoadex).
Internet nos brinda la oportunidad de futuro. Puedes ser libre de crear tu propia empresa, de intercambiar información con otros empresarios, etc.   El pero…, siempre hay un pero. Internet es una publicity para los empresarios, no se puede controlar el mensaje ni a quién llega, y lo peor, no se puede controlar qué se dice de tu marca. Pero hay que asumir esos riesgos, marcas y empresas que no están en Internet, no existen.
Cuando la inversión publicitaria es la única que crece un 10%, es por algo. la  gente se mueve por la red, investiga, indaga y encuentra. Como bien dice Zygmunt Bauma, estamos ante un mundo líquido y cambiante constantemente, y debemos adaptarnos a él.
Debemos ser conscientes en la situación en la que nos encontramos ¿para qué? No para lastimarse, sino para saber transformar lo negativo a positivo.
Debemos acabar con la generación pre-parados, y quedarnos solo con la generación preparados.
Debemos analizar el mercado, nuestro producto y saber dónde queremos llegar, nuestros objetivos. Para ello es necesario un análisis DAFO.
Finalizo con la opinión de que el que busca, crea y tiene esperanza, encuentra su hueco.

PRESENTACIÓN


Me llamo Irene Martínez Alpañez. He estudiado fotografía, y actualmente me dedico a intentar comprender el complejo y fascinante mundo de la publicidad. Las relaciones públicas me acompañan allí donde voy. 

Mi principal objetivo es entender las cosas, para ello miro cada cosa como si fuese la primera vez que las veo, e intento no tener prejuicios. 

¿Por qué hibridízate? Un híbrido es todo lo que es producto de elementos de distinta naturaleza. Considero que todo lo que hacemos, vemos, tenemos es un híbrido de dos elementos distintos, y esa es la esencia de las cosas. No es ausencia de pureza, ¡es algo genial!